El torneo de selecciones más antiguo del mundo se encuentra envuelto en una gran incógnita, pues su realización en 2021 se mantiene en duda debido a la pandemia mundial ocasionada por el coronavirus.
El tradicional evento que en 2016 cumplió 100 años, siendo su primera edición en Argentina en 1916 ocasión en que Uruguay levantó la copa, hoy se encuentra en el ojo del huracán, donde su propósito principal que es la competencia deportiva se encuentra muy olvidado por los dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol, quienes continúan gestionado la actividad como un negocio.
Por lo mismo, los antecedentes nos hacen pensar en la teoría de que la copa américa, así como otros eventos deportivos en el mundo, se impulsan por una razón económica más que deportiva.
Antecedentes Copa América 2021
Los 38 partidos se encuentran vendidos desde 2019 a la compañía japonesa Dentsu, una de las empresas de publicidad más grandes del mundo que pagó 140 millones de dólares a la Confederación Sudamericana de Fútbol dueña del torneo. El acuerdo contempla todos los derechos comerciales, que incluye todos los sponsor y licencias.
Alejandro Domínguez, Presidente de Conmebol dijo que “La Copa América es el principal sustento de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Es el único certamen que organiza la Conmebol que nos genera ganancias y con ese dinero podemos financiar los otros torneos continentales».
Los sponsors más poderosos son compañías chinas, una de ellas es TCL empresa de tecnología. Otra es Kway, marca que aportó 50 mil vacunas Sinovac para los jugadores. Convenio que ocasionó un problema no menor en Argentina, pues la mencionada vacuna no se encuentra autorizada por el ministerio de salud de aquel país.
El 20 de mayo la Conmebol anunció que la Copa no se realizaba en Colombia por los inconvenientes sociales surgidos en el país caribeño.
Diez días después también quedaba descartada Argentina, señalándose a través de un comunicado que: a raíz de las circunstancias se ha resuelto no realizar de la Copa América en Argentina, apuntando ahora a Brasil como nuevo anfitrión.
Entonces ¿Por qué no se suspende el evento?¿Por qué se insiste en su realización? Lo cierto es que la presión de los patrocinadores a los dirigentes de la Conmebol es el principal motivo, ya que se mueve un gran negocio secreto que afectaría los ingresos de la Conmebol.
Situación en Brasil
El lunes 31 de mayo la Conmebol anunciaba que la Copa América la organizaría Brasil, situación que se presenta como un duro golpe para los familiares de los 468 mil fallecidos durante la pandemia.
Hoy Brasil se encuentra en una situación extrema por la pandemia, donde este lunes 7 de junio se registraron 95 mil nuevos casos, con un saldo de 2.500 muertos.
Lo cierto es que parece increíble que el segundo país con más muertes por el Covid organice un evento de este tipo.
El presidente Jair Bolsonaro fue quien apoyó desde un principio la iniciativa, aceptando prontamente la organización de la copa.
Es preciso advertir que no basta con que los estadios se encuentren vacíos durante los partidos. Los hinchas se reunirán en sus casas, por una cuestión razonable, es vivir la fiesta del fútbol. Los bares serán más solicitados. Situaciones que promoverán más contagios.
A pesar de todos estos antecedentes los dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol insisten con realizar el evento, cuestión que a estas alturas parece demasiado forzado.
No resulta natural y abre la posibilidad a pensar que esto lo mueve más aspectos económicos que una cuestión deportiva.
Lo anterior echa por tierra una de las premisas del deporte, ayudar a la salud de las sociedades en el mundo, hoy el fútbol pasó a ser nada más que una actividad publicitaria y de marketing.
Por este motivo es que muchas personas en el mundo han perdido la pasión por el fútbol, cuando algo se transforma nada más que una cuestión económica, fría y calculadora, pierde interés natural.